LA BRECHA DIGITAL

No es solo tecnológica también es cultural

Cuando en Europa nos quejamos de realizar esperas por el último modelo de teléfono de la manzana, o por que nuestra señal 5G no se detecta al completo. En lugares tanto de África como de Latinoamérica ni siquiera la cobertura 3G alcanza a muchos usuarios. Ya no solo la brecha es económica, también se convierte en tecnológica y por ende cultural.

Así como los nutrientes de las proteínas son necesarios para el desarrollo de un infante, también es necesario esas herramientas tanto físicas como digitales para desarrollarte y desenvolverte en los medios académicos.

Existen grupos organizados en Chile y Venezuela por dar un ejemplo, que se alían y cohesionan para brindar apoyo por medio de software libre para no quedarse atrás en esta carrera.

Cuando se aúna el monopolio tecnológico con la escasez de recursos y programas para el desarrollo de nuestra educación, la bomba de relojería es inevitable.

Y si creen que esta premisa solo se cumple en países mal llamados del tercer mundo, les invito a revisar este trabajo:

https://revistas.ucm.es/index.php/SOCI/article/view/69629/4564456554066

en el cual podrán observar métricas que a muchos espantarían.

Y más allá de nuestras fronteras de nuevo podemos citar los casos recientes de la región de la India, donde se incentiva el uso de los teléfonos móviles para realizar trabajos tanto en agricultura como en educación. No es de extrañar que la red de la "f" brinde cobertura de internet a estas zonas desfavorecidas, porque de esta manera utilizan su sistema. Además, se formula la teoría de la "nueva economía colaborativa", pero esto daría pie a escribir por lo menos tres entradas más.

La desigualdad se presenta en diferentes ámbitos. Si una zona no cuenta con redes adecuadas para realizar comunicaciones a la par que otras regiones que cuentan con servicios de alta calidad, ¿Cómo podrán competir en igualdad de condiciones, bien sea en educación, agricultura y comercio?